Beatriz Rojas / ÁlternautaMX
A más de tres años de que fue secuestrado Rogelio Romo Fajardo, él y su familia temen que el único de los cinco responsables que recibió una sentencia condenatoria podría salir en libertad este martes, al resolverse un recurso de apelación. Sospechan que pueden estar ante una situación de pago de favores o compra de justicia.
De acuerdo con María Teresa Rentería, esposa de la víctima, este martes se decidirá si Raúl Mariano Rueda sale una vez más, a pesar de que se ha demostrado que fue uno de los captores de Rogelio Romo, quien en junio de 2015 perdió su libertad a manos de quienes habían sido sus vecinos desde hacía más de 20 años.
Rentería recordó que de los otros cuatro responsables, todos miembros de una misma familia, uno resultó abatido durante la captura, dos eran en ese entonces menores de edad y fueron dejados en libertad y uno más permanece libre. Cuestionó que si en ese entonces estas personas se dedicaran a la venta de quesadillas y menudo, ahora cuenten con tres abogados para su defensa, mientras que ella y su familia se han quedado sin recursos para pagar a un litigante.
Para esta familia, la liberación de Rueda podría responder a un pago de favores o a la compra de la justicia, ya que señaló la presencia de un juez que no tenía que ver con el caso en la última de las audiencias:
“Consideramos que puede haber un pago de favores. No tenemos las pruebas pero siempre o hemos denunciado, desde el momento en que queda libre denunciamos a los jueces porque tan clara la situación de que si como defensa no presentas ninguna coartada para buscar la inocencia de este delincuente, ¿cómo justifico yo que es inocente?”, cuestionó Teresa Rentería.
Cabe señalar que el imputado ya había salido en libertad en el 2016 luego de un amparo ante la sentencia que lo castigaba con 70 años de cárcel, pero que al reafirmarse una vez más esta sentencia, luego de una nueva revisión al caso, fue necesario recapturar al delincuente, que estuvo prófugo de la justicia durante cuatro meses.
La disputa legal ha sonado en medios de comunicación por el carácter del caso, ya que un suéter negro ha sido lo que ha desatado toda esta serie de discusiones legales. En su momento, Romo declaró que al ser privado de su libertad se le subió a un vehículo, que él reconoció como propiedad de sus vecinos y se le taparon los ojos con un suéter negro de estambre, a través del cual pudo identificar a sus captores, tanto porque no afectaba al cien por ciento su visibilidad como porque les reconoció las voces y porque una vez puesto en la casa de seguridad, se le destapó el rostro y pudo verlos.
Por otro lado, alguno de los jueces cuestionó que la víctima fuera el único testigo. A lo que él responde que fue el único secuestrado:
“El único testigo soy yo, que soy el que sufrió el secuestro. Yo lo conozco de 22 años a ahorita y no se me puede olvidar un rostro porque no es la primera vez que lo veía Convivimos las familias porque éramos vecinos nosotros los apoyamos. Es un a cosa irrisoria que diga una de las jueces que el único testigo soy yo, porque nada más a mí me secuestraron”, declaró Rogelio Romo.
La familia recordó que los culpables confesaron los hechos, que la víctima sigue con vida porque escapó por sus propios medios y que hay pruebas que acreditan la culpabilidad, además de que el abogado defensor del imputado nunca presentó una coartada. Aseguraron que temen por su integridad si esta persona es liberada.