El largo interregno mexicano nos regaló ayer eventos inéditos: el moribundo y desencajado rey con varias estocadas de muerte: Casa Blanca, Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Odebrecht, Tren de Alta Velocidad CDMX – Querétaro cancelado, Etileno XXI, Agro Nitrogenados AHMSA, escándalo de la semana, más lo que la cloaca nacional siga destapando… Y en el mismo escenario el rey que impaciente espera su asunción, señala sin ambages, la obra que morirá con el viejo soberano: Reforma Educativa y otras más serán puestas en el terreno del estricto escrutinio público. En momentos previos y en otro tablado resucitó la maestra Elba Esther Gordillo que habló claro y fuerte y viene por lo que considera le pertenece. Ni un atisbo de enfermedad que la libró de las crujías, rozagante y apoderada por una fortuna heredada de su progenitora dedicada a la humilde y aguerrida tarea de la enseñanza rural, también aderezó los discursos respetuosos pero también claridosos de la reunión en Palacio Nacional entre Peña Nieto y López Obrador: uno aclarando que el Poder Judicial era responsable de haberla encarcelado y el otro diciendo que respetaría sus derechos…
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