Vestigios encontrados en la cueva del Chiquihuite, en Zacatecas, verifican que la presencia humana en América data de al menos 30,000 años
Morelia, Michoacán, a 22 de julio de 2020.- Hasta hace poco tiempo, la mayoría de los científicos pensaba que la presencia humana en el continente americano databa de hace unos 15,000 años. Al menos así lo evidenciaba el hueso sacro tallado, encontrado en Tequixquiac, en el Estado de México.
Pero hoy esa teoría se viene abajo. Todo gracias a un proyecto conjunto de las Universidades de Zacatecas y Cambridge (Reino Unido). Y es que se han descubierto alrededor de 2,000 herramientas y fragmentos de piedra tallada, conocidas éstas últimas como escamas. Esto en la cueva del Chiquihuite, en Zacatecas, ubicada a 2,750 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Ciprian Ardelean, arqueólogo de la Universidad de Zacatecas, y Eske Willerslev, profesor de Cambridge, son coordinadores de esta investigación. Sus estudios han sido publicados en la revista Nature. Todavía se desconoce quiénes eran estos habitantes, cuya presencia humana en la cueva data de entre los años 33,000 y 31,000 antes de Cristo (a.C.)
“No sabemos quiénes eran, de dónde venían ni a dónde iban. Son un enigma completo. Asumimos falsamente que las poblaciones indígenas en las Américas de hoy son descendientes directos de los primeros estadounidenses, pero ahora no creemos que sea así”, dijo Ciprian Ardelean.
“Cuando la famosa población de Clovis ingresó a Estados Unidos, los primeros estadounidenses habían desaparecido miles de años antes […] Podrían haber muchas colonizaciones fallidas que se perdieron en el tiempo y no dejaron rastros genéticos en la población actual”, agregó el mismo Ardelean.
Refugio de paso
El profesor Willerslev apuntó que aun no se han encontrado vestigios de ADN humano en la cueva. Esto les hace pensar a los investigadores que el recinto era un lugar de paso,
“Estos primeros visitantes no ocuparon la cueva continuamente. Creemos que la gente pasó parte del año allí, utilizándola como refugio de invierno o verano. O como base para cazar durante la migración […] Podría ser el hotel más antiguo de América”, dijo Eske Willerslev.
Encuentran mina prehistórica de ocre en Quintana Roo